01 agosto 2016

Chucho ADOPTADO



No se llama Chucho porque se hayan estrujado los sesos buscando un nombre adecuado para él. Ni fue usado cariñosamente. Más bien para no molestarse, usaron el primero que salió por su boca. Vivió atado el poco tiempo que estuvo con ellos y hasta tuvo suerte de que decidieran “deshacerse” de él: no tendrá que llegar a viejo atado a una cadena, ahora podrá conseguir algo bueno. Tranquilo, de buena energía con los otros perros, ni un guau le hemos oído: si puede salir a correr, jugar o tomar el sol le parece bien, y si no se puede, no hay problema.