21 enero 2014

¿Os acordáis de Cheto?

Han pasado unos meses desde su adopción y no nos olvidamos de él: lo que nos costó que sobreviviera en el refugio, lo mal que lo pasó un animal tan pacífico, le acosaban, en alguna ocasión le mordieron, no se atrevía ni a comer, delgado, con ese pelo tan fino mojado, sucio y lleno de nudos…la alegría y el alivio al verlo marchar. Cruzamos los dedos para que todo fuera bien en su nueva vida en un piso en el centro de la ciudad, parece que él puso algo de su parte y con Maruxa lo ha conseguido.
"Buenos días:
Probablemente, con el trabajo que estáis teniendo, no os podréis acordar de mí. Soy la adoptante de Cheto, aquel peludo con algo de pastor catalán. Cuando lo adopté no estaba nada segura de poder con la responsabilidad. Hoy, cinco meses después, no me puedo imaginar mi vida sin mi amigo. Somos inseparables. Aunque lo estoy llevando a una educadora, se trata más de mí, que de él...Que no tengo ni idea, ¡resumiendo! Y él tiene tantas ganas de aprender.
¡Cheto es increíble! 
Un beso fuerte, Maruxa
 p.d.: te envío un par de fotos, al poco de llegar a su casa, y hace unos días, enzarzado en una lucha tremenda con su amigo Chipi."